La privacidad de las víctimas de violencia sexual debe ser protegida en todo momento, sobre todo, porque identificándolas se las expone al escrutinio público e incluso al acoso. Mantener la reserva de sus datos no es sólo un pacto en contra de la revictimización que todos debemos observar, sino que además es una recomendación que el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables hace a los medios de comunicación. Sin embargo, a pesar que la prohibición también está estipulada para los agentes de justicia, un estudio de abogados haciendo caso omiso publica el nombre de la víctima.
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